Con qué acompañar el estofado de jabalí
Generalmente fibrosa, la carne de jabalí expresa su delicadeza al máximo en preparaciones que requieren una cocción prolongada para hacerla suave y apetitosa, como las carnes estofadas, los guisos o los estofados.
La carne de jabalí, abundante y de sabor fuerte, requiere vinos potentes, como los tintos sólidos que realzan su fragancia. He aquí las mejores maneras de resaltar su sabor y con qué etiquetas acompañarlo para apreciar sus sabores.
A continuación, se escurre, se añade el ajo, el romero y la guindilla y se rehoga en una sartén grande con un chorrito de aceite de oliva, se añade la manzana en trozos después de haberla pelado perfectamente, y se añade sal al gusto.
Este vino, de color rojo rubí con reflejos granates a medida que envejece, tiene un aroma intenso y persistente, etéreo y vinoso, y notas de bayas silvestres que acompañan perfectamente a carnes rojas, caza y quesos salados.
Vino para el juego
Un rico plato de sabor otoñal: estofado de jabalí aromatizado con setas porcinas, excelente para disfrutar en días frescos y húmedos, en una combinación bien establecida con polenta. La sabrosa carne de jabalí se vuelve muy suave después de una larga cocción y combina perfectamente con el fuerte sabor de la polenta integral, que se enriquece al final de la cocción con sabrosos quesos como el Fontina.
Un plato único, sin gluten, compuesto por deliciosos bocados de carne con un sabor intenso, conferido por el largo adobo a base de vino y hierbas aromáticas que, además de hacer la carne sabrosa, suaviza el sabor salvaje que caracteriza al jabalí. Un tiempo de preparación largo, que requiere paciencia, pero con un resultado exitoso.
Limpiar la carne de jabalí, quitarle la parte grasa (que le da el sabor salvaje), y cortarla en dados de unos 3 cm; poner la carne en una sartén, añadir el enebro, la pimienta, el laurel, la cebolla picada, y rociar con el vino; tapar con film transparente y meter en la nevera para que se marine toda la noche. Al día siguiente, escurrir la carne de la marinada; calentar un poco de aceite en una sartén y añadir las verduras picadas (cebolla, zanahoria, apio), el ajo, el romero y la salvia, añadir la carne y dorarla.
Vino para acompañar a la polenta
Hoy en día, la polenta conserva todo su encanto y parte de su valor “familiar”. Sin embargo, la experimentación y los posibles maridajes se han multiplicado, hasta el punto de que se puede encontrar en numerosas variantes y asociada a muchos ingredientes. He aquí, pues, los mejores vinos para los distintos platos a base de polenta.
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Jabalí y vino blanco
Sazonar con hojas de laurel y rociar la carne con vino tinto 7. A continuación, cubra con film transparente 8 y colóquelo en el frigorífico para que se marine durante toda la noche. Recuperar la carne, escurrirla de la marinada 9,
Retire la ramita de romero con unas pinzas de cocina y desglasee con el vino tinto 14. Sazone la carne con sal, cúbrala con una tapa y cocínela a fuego lento durante al menos 1½ horas. Mientras tanto, prepare la polenta taragna: ponga el agua en una cacerola de lados altos 15,
a continuación, vierta la harina de taragna 19 y cocine durante unos 50 minutos, removiendo con un batidor. Mientras tanto, corte el queso fontina en cubos 20. Cuando esté cocida, apague el fuego, añada el queso fontina 21 y la mantequilla a la polenta y remueva para que se derritan.
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