¿Cómo ablandar las castañas secas?

A estas alturas ya sabéis que nos encantan las castañas y se pueden hacer en todo tipo de formas: al horno, a la sartén, al microondas, al vino, y hoy tengo que compartir con vosotros un último descubrimiento. Mi abuela me trajo unas castañas recogidas por ella en el campo y, ya se sabe, las castañas “silvestres” son difíciles de pelar y a menudo, una vez cocidas, no se quedan blandas.
Así que pensé en cómo cocinarlas y la verdad es que di en el clavo, las castañas asadas al horno son realmente espectaculares, se pelan solas y quedan tan suaves, ¡tienes que probarlas!
Castañas en almíbar
Índice
Las castañas en almíbar pueden prepararse con castañas frescas o secas. En este último caso, conviene remojar las castañas durante un par de horas en agua.
A continuación también para castañas frescas que no necesitan remojo, pásarlas a una cacerola con agua limpia y una hoja de laurel y déjarlas hervir durante una hora. Escúrrelas y déjalas enfriar.
Mientras tanto, prepara el almíbar: pon cantidades iguales de azúcar y agua en una cacerola y cuece a fuego lento durante 15 minutos.
- Pasa las castañas a tarros esterilizados y cubrelas con el almíbar.
- Cierra con la tapa hermética y pon a hervir al baño maría los tarros durante 30 minutos para crear el vacío.
- Guárdalos en un lugar oscuro, fresco y seco hasta que necesites usarlas.
Castañas secas hervidas sin remojo
La mejor época del año para las castañas es de principios de octubre a principios de diciembre, y noviembre es el momento álgido para este fruto, ya que se encuentran tanto castañas de árboles cultivados, como las castañas del árbol silvestre.
En este caso, basta con trincharlas, colocarlas en una bandeja de horno bastante grande y antiadherente (o cubiertas con papel de horno) y hornearlas a temperatura media (180°-200°) durante un máximo de 30 minutos, dependiendo del tamaño de las castañas.
Si las castañas están secas deja que ablanden en agua sin sal durante 2 horas máximo y luego sécalas, haz una incisión y colócalas en una sartén antiadherente asegurándote de que la incisión quede hacia arriba.
Las castañas hervidas son fáciles de preparar: hay que trincharlas y verterlas en una olla bastante grande. A continuación, hay que cubrirlas con agua fría (sin sal) y dejarlas cocer hasta que estén completamente cocidas, lo que se puede comprobar introduciendo un tenedor en una castaña o simplemente probando.